viernes, 30 de octubre de 2009

Apuntes sobre mi B3-2 (segunda parte)

El chinito volvió al armario y durmió durante cuatro largos años resistiendo a un par de intentos de venta, hasta que un día, estimulado por unas paginas relacionadas a este tipo de armas, volví a las andanzas.
Me ensañe con la culata, intente darle forma al incomodo pistolet, y suplementarle la cantonera ya que me resultaba muy corta. Al no contar con un taller adecuado a tales menesteres cualquier acción me resultaba un calvario. Finalmente el chino volvió al armario con unos trozos de madera pegoteados burdamente con cola sintética, a la espera de un nuevo ataque.
Paso un año para la nueva intervención culatera, como pude le di forma, ahora tenia un encare mas cómodo y decente.



Tiempo después realice un par de pruebas en el polígono, mas que nada por curiosidad, quería saber si la reforma del interior lo había mejorado en algo. El resultado fue negativo a cincuenta metros no pegaba ni en el bastidor. Refunfuñe pero no me desanimé, solo pensé.
Por la noche recordé que hacia cinco años que lo había guardado y que jamás lo había lubricado en todo ese tiempo. Parte de la reforma realizada fue sustituir el sello sintético por uno de cuero, era de imaginar que el nuevo sello estaría más que reseco. Me aventuré a lubricar inundando con wd40 la cámara de compresión y cuando digo inundando es literalmente eso, metí el tubito rojo por el puerto de transferencia inyectando el lubricante hasta que volvió a salir por el mismo. Así quedo como unas tres semanas hasta la próxima prueba.

Circuncisión.

En esos días encontré por los foros nacionales y también extranjeros, ciertas inquietudes sobre los largos de cañón en los resorteros. Leí muchas opiniones al respecto pero, de los opinólogos, ninguno había cortado el cañón, solo teorizaban sobre largos, terminaciones de coronas y paso de estrías. Los muchachos se animaban a hablar pero no a ir a los hechos…
Por lo tanto volviendo a usar el sentido común y la audacia procedí sin más tramite. Encontré tres fuertes justificaciones teóricas que avalan mi experimento, me canse de exponerlas ante amigos y otros aficionados, pero aun con la teoría y la comprobación empírica sobre la mesa dudaron de mis certezas. En fin, cada cual con su cruz. Opté por realizar y que otros observen pestañando.





Procure cortar lo mas prolijo y perpendicular posible, como no tengo morsa use una mano para sostener y otra para operar la sierra, todas acciones contrarias a lo aprendido y a todo procedimiento lógico pero eso es parte del desafío. Es hacerlo o seguir hablando boludeces….



Así quedo casi terminado el corte, limpié y con una mecha le hice la corona, sin mas ciencia que eso, nuevamente contra todo lo escrito en cuanto a coronas…

MOMENTO DE PRUEBAS...B3/2 tunned in action...




Esto fue a 10 mertos con balines Cometa semiwadcutter 5.5mm.



Esto fue a 50 metros con los mismos balines y otros peores de origen (¿?).....



continuara...

miércoles, 28 de octubre de 2009

Apuntes sobre mi B3-2



(la foto fue tomada de la red, el chino en su estado original era muy semejante a este, no tengo fotos del mismo en aquel estado)

Cuando comencé a navegar por la red buscando información sobre armas pneu allá por el ’98, me llamo especialmente la atención este rifle, ya que no estaba muy habituado a ver rifles de cañón fijo en el mercado nacional. Al poco tiempo lo compre a u$s47, lo buscaba en 4.5 pero no pude encontrarlo en ese calibre.
Honestamente hablando, era espantoso a la vista y al tacto, burdo pero todo le funcionara bien. La culata tenia un exceso de barniz marrón con gotas que habían chorreado pero ajustaba ok, el gatillo era relativamente suave, los aparatos de puntería grotescos pero también funcionales.
Era muy incomodo de encarar ya que la culata, corta para mis brazos, me obligaba la posición al extremo.

La primer sorpresa

Fui al bosque sin mucha esperanza de buenos tiros pero, pegaba donde apuntaba y era bastante preciso. Fui variando las distancias y seguía pegando bien con una caída razonable. Ya la cosa tomaba color.

Primera acción

Le instalé una mira Bushnell 4x32.
De vuelta en el bosque continuaron las pruebas, me anime a distancias mas largas sin mucha esperanza pero en el primer tiro sentí el “plock” de la lata agujereada, conté los pasos y eran sesentitres, me pareció increíble los diávolos pasaban de lado la lata y se incrustaban firmemente en el árbol. Me aleje diez pasos mas y la cosa seguía igual. Tire, tire y tire. El montaje era de aluminio, muy mala calidad y luego de unos cuantos tiros la mira comenzó a desplazarse y no lo pude solucionar in-situ. Esa tarde volví muy contento.

El tema del montaje no lo pude solucionar ya que algunos tornillos zafaron su rosca a ser ajustados el chinito volvió a su funda hasta la próxima aventura.

Acciones mas radicales.

De vuelta en Bue, aproveche la invitación de un vecino aficionado a los fierros y fui a su taller, ahí le realice reformas en guía de resorte, pistón, sello, gatillo. Tenia ideas claras sobre las mismas, una mezcla de sentido común con un toque de audacia. También le volé los aparatos de puntería.
Lo probamos en el taller y se notaban diferencias ostensibles respecto de las vibraciones y la potencia.

LA historia apenas comenzaba.
(continuara...).

miércoles, 21 de octubre de 2009

Tirando en el bosque




Tirar es un acto solitario, egoísta y difícil de entender con un simple acercamiento al tema. No está a la vista el tiempo invertido en hacer que el rifle funcione como nos place ni tampoco la experiencia acumulada en interminables debates con amigos sobre cuestiones técnicas de un arma de resorte, tampoco son ostensibles todos los recursos que movilizamos para tener un tiempo para tirar donde nos gusta etc, etc, etc…



Pasaron un par de meses para que pueda estar en el bosque donde me gusta tirar (a unos cuatrocientos cincuenta Km de mi casa) y poder probar mi Rubí 5.5 reformado. Como ya conté, habíamos trabajado toda una tarde en él, reformando sus partes interiores móviles pero sin sustituir el resorte que por cierto, tendría mas de treinta años. La primer prueba en el TFA de Bs. As fue frustrante, prácticamente se veía volar el balín, luego de eso sustituí el resorte por uno nuevo de b3 chino. Recién ahí el proyecto comenzó a tomar color. Como no cuento con elementos de medición de velocidad, las innovaciones son comparadas solo con la perspectiva de mis sentidos y experiencia, detalle que me resulta muy atractivo ya que me hace sentir mas hermanado al artefacto.
Ahora con las reformas y el nuevo resorte podía escuchar y sentir en mis manos el viaje más rápido y suave del pistón como también muchas menos vibraciones del conjunto. En fin, el rifle con su extrema sencillez estaba casi: a punto.




Busqué un lugar seguro y acomode mi sillita plegable, pegué un blanco en un árbol a unos quince metros y realice los primeros tiros, los grupos resultaron un tanto abiertos para mi gusto pero no eran atribuibles al rifle sino al tirador, realice algunas correcciones en la altura del alza y busqué un blanco al doble de distancia.
Se notó la baja potencia del rifle por la caída en la trayectoria, pero aun así, se mostraba preciso. No se le podía pedir mucho mas, ya que posee una cámara de compresión que no supera los treinta centímetros cúbicos. Tenía el alza al máximo de altura y debía también apuntar alto, por lo tanto la próxima reforma deberá ser en ese punto. No intenté hacer una prueba a más distancia.
La sesión fue buena de todos modos, la sillita plegable y el Rubí volvieron al baúl del auto y éste tirador a su casa contento. El fierrito se llevó todo el protagonismo y dió humildemente lo suyo.