miércoles, 28 de octubre de 2009

Apuntes sobre mi B3-2



(la foto fue tomada de la red, el chino en su estado original era muy semejante a este, no tengo fotos del mismo en aquel estado)

Cuando comencé a navegar por la red buscando información sobre armas pneu allá por el ’98, me llamo especialmente la atención este rifle, ya que no estaba muy habituado a ver rifles de cañón fijo en el mercado nacional. Al poco tiempo lo compre a u$s47, lo buscaba en 4.5 pero no pude encontrarlo en ese calibre.
Honestamente hablando, era espantoso a la vista y al tacto, burdo pero todo le funcionara bien. La culata tenia un exceso de barniz marrón con gotas que habían chorreado pero ajustaba ok, el gatillo era relativamente suave, los aparatos de puntería grotescos pero también funcionales.
Era muy incomodo de encarar ya que la culata, corta para mis brazos, me obligaba la posición al extremo.

La primer sorpresa

Fui al bosque sin mucha esperanza de buenos tiros pero, pegaba donde apuntaba y era bastante preciso. Fui variando las distancias y seguía pegando bien con una caída razonable. Ya la cosa tomaba color.

Primera acción

Le instalé una mira Bushnell 4x32.
De vuelta en el bosque continuaron las pruebas, me anime a distancias mas largas sin mucha esperanza pero en el primer tiro sentí el “plock” de la lata agujereada, conté los pasos y eran sesentitres, me pareció increíble los diávolos pasaban de lado la lata y se incrustaban firmemente en el árbol. Me aleje diez pasos mas y la cosa seguía igual. Tire, tire y tire. El montaje era de aluminio, muy mala calidad y luego de unos cuantos tiros la mira comenzó a desplazarse y no lo pude solucionar in-situ. Esa tarde volví muy contento.

El tema del montaje no lo pude solucionar ya que algunos tornillos zafaron su rosca a ser ajustados el chinito volvió a su funda hasta la próxima aventura.

Acciones mas radicales.

De vuelta en Bue, aproveche la invitación de un vecino aficionado a los fierros y fui a su taller, ahí le realice reformas en guía de resorte, pistón, sello, gatillo. Tenia ideas claras sobre las mismas, una mezcla de sentido común con un toque de audacia. También le volé los aparatos de puntería.
Lo probamos en el taller y se notaban diferencias ostensibles respecto de las vibraciones y la potencia.

LA historia apenas comenzaba.
(continuara...).

1 comentario:

  1. pues bueno amigo yo también tengo un chino b33 no he podido ensayarlo con buena distancia en próximos días lo llevare a el campo a ver como me va es un 5.5.
    tus palabras me llenan de animo

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