viernes, 26 de agosto de 2011

Una de Vaqueros

Hace unos meses, hablando con un veterano coleccionista y amigo, Clint, salió el tema de las armas del siglo XIX especialmente las del oeste norteamericano teniendo en cuenta su profundo conocimiento sobre ellas.

Pude despejar mis dudas sobre los marmolados de cajones de mecanismos, los acabados en pavón marrón, los patterns de los grabados etc. Que si bien ya tenía una idea, no estaban demás las explicaciones de un verdadero experto.

Tratando de sondear hasta lo más profundo de sus conocimientos y hasta abusando de su buena predisposición le pregunté si sabía algo sobre las decoraciones con tachas y clavos en las culatas de aquellos winchesters y otros. Y esto fue lo que me contó.

Como para entrar en tema, desde antaño algunos usuarios como cazadores profesionales y aventureros le incorporaban a sus armas algún tipo de ornamento, desde el más sencillo, que podía ser alguna marca en la culata, hasta los más lujosos y complejos grabados, incrustaciones en materiales preciosos etc. Podemos recordar las lujosas armas de rueda alemanas, usadas por los nobles por ejemplo.

Puntualmente la decoración con clavos y tachas tiene un origen morisco y específicamente las armas del “western” podemos aventurarnos a afirmar que el origen es del sur del Rio Bravo teniendo a los mexicanos como herederos de una practica española y estos de los moros. Generalmente eran trabajos de decoración rústicos hechos con lo que había a mano por el propio usurio.

Haciendo un poco de memoria, por mi parte solo he visto (en Argentina) algunas espingardas moras decoradas con clavitos de bronce y un Winchester 44.40 1892 decorado con tachas que probablemente sea un trabajo hecho en aquella época pero no podría dar certeza de ello.

Clint en su colección tenía un par de Winchis y una carabina Spencer (comprada en Paraguay) decorados de ese modo. Me constaba que uno de los Winch había sido usado por indios ya que éstos le removían la cantonera y hasta el alza para aprovechar el metal en otros usos, aparte de tener el dato de que había sido adquirido hacía muchos años a un descendiente de aborígenes que le contó la historia del mismo. Sobre la carabina Spencer, sabemos que había sido importada para la guerra al Paraguay y allí se quedó, en silencio cuando no hubo más munición .54 de fuego anular para ella, eso sí, sin tirar pero con la culata decorada su destino fue estar colgada en una pared de San Bernardino.

Clint recordaba haber visto unos Brown Bess decorados con clavos de cobre de la Royal Navy en un museo de Birmingan.

El asunto es que probablemente el momento de ocio del cazador, del soldado, del vaquero, haya sido usado en decorar su arma con lo que tenía a mano, arriesgándose quizás a una pequeña talla o a clavarle algunos clavos aventurando un diseño. Los clavos de cobre y las tachas eran muy comunes para la construcción naval y tapicería respectivamente por aquel entonces.

Le conté que por estas tierras, chicos que hoy son abuelos, jugaban con baleros (tuve que explicarle lo que era) decorados con tachas, salvando las distancias: ¿Por qué no atribuirle una raíz moruna en común vía nuestros abuelos españoles? El ocio también estaba presente en ese caso. Lo bueno es que de los entreveros de balero no salía nadie lastimado…de no ser que te dieran un bochazo en la cabeza.

Finalmente quedé con una teoría acerca del origen de ese ornamento Y tu, querido seguidor del resortero-argentino, te preguntarás que tiene que ver esto con el AC.

En fin… siguiendo la tradición, tuve un momento de ocio, unas treinta tachas pavonadas de ocho milímetros compradas por casi dos dolarucos (un robo), paciencia, nada de creatividad y salió, quizás el primer Senior 4.5mm estilo del viejo oeste….

Si bien la intención fue solo ornamental, también le añade un agradable tacto a esa zona de la culata.

Espero que sea de vuestro agrado.


























Cualquier comentario que aporte mas presición sobre el tema es bienvenido.
Atte Big Lipo

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